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El cáncer primario de hígado, conocido científicamente como Carcinoma Hepatocelular (HCC), ya es considerado el quinto cáncer más común y la tercera causa de muerte por cáncer en el mundo.
A diferencia de otros, este tipo de cáncer tiene la particularidad de estar comúnmente asociado con enfermedades crónicas que afectan el hígado, como la hepatitis y la cirrosis.
Además, el hígado es con frecuencia el receptador de la diseminación de tumores que se originan en otros órganos (metástasis) y se propagan a través de la sangre o del flujo linfático. Las metástasis hepáticas mas comunes provienen del intestino, páncreas, próstata, mama, tiroides, piel, y otros órganos.
Cuales son los síntomas.
Muy a menudo el cáncer de hígado es completamente asintomático. Por lo tanto, la posibilidad de desarrollo de cáncer debe ser investigada en los pacientes que tienen una enfermedad crónica del hígado como hepatitis o cirrosis y en aquellos en los que se ha descubierto un tumor que potencialmente puede dar metástasis para el hígado.
Cuando los tumores de hígado crecen y adquieren cierto tamaño comienzan a alterar las funciones metabólicas del hígado y algunos pacientes pueden experimentar síntomas tales como malestar general, dolor abdominal, sensación de plenitud abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso, ascitis (acumulación de líquido abdomen), edema en las piernas, ictericia (piel y ojos amarillos), fiebre, náuseas y vómitos, vómitos o heces con sangre, etc.
Como se diagnostica el cáncer de hígado.
El diagnóstico se hace con la combinación de la historia, la evaluación clínica y los examenes de laboratorio y de imagen. Entre las pruebas de laboratorio son muy importantes los llamados marcadores tumorales tales como alfa-fetoproteína y el antígeno carcinoembrionario (CEA), entre otros.
Entre los examenes de imagen, los más útiles son la ecografia (como examen inicial), la tomografía computarizada y la resonancia magnética a través del cual se puede determinar la naturaleza y extensión (tamaño y ubicación) de la enfermedad.
Como se trata el Cáncer de Hígado.
Las opciones de tratamiento dependen fundamentalmente del momento en que el diagnóstico se realiza y el grado de extensión de la enfermedad.
Los pacientes con carcinoma hepatocelular se clasifican en cinco tipos; en el estadio 0 (muy temprano) cuando el tumor tiene menos de 2 cm, el tratamiento ideal es potencialmente la resección quirúrgica curativa; ya para el estadio IV (terminal) no existe un tratamiento efectivo y apenas medidas de atención y apoyo pueden ser ofrecidas.
Para las metástasis hepáticas el concepto no es muy diferente. Nódulos individuales y pequeños son susceptibles de ser resecados quirúrgicamente, pero cuando la enfermedad se propaga a través del hígado sólo son posibles tratamientos paliativos para reducir la tasa de crecimiento del tumor y por lo tanto mejorar la calidad de vida de los pacientes y posiblemente prolongar su supervivencia.
Nuestra propuesta de Tratamiento para el Cáncer de Hígado.
La gran mayoría de los pacientes con cáncer de hígado se diagnostican en fases intermedias, cuando la cirugía potencialmente curativa ya no es mas posible. Pero en estas circunstancias los pacientes pueden beneficiarse del tratamiento con el uso de técnicas mínimamente invasivas, como la quimioembolización.
Concepto de Quimioembolización.
La quimioembolización es un método que se realiza por medio de cateterismo. Por lo tanto es un método endovascular y minimamente invasivo. El catéter se inserta a través de la ingle y se lleva hasta las arterias del hígado donde las pequeñas microesferas cargadas con fármacos quimioterapéuticos se liberan para causar un efecto destructivo sobre el cáncer de hígado. Con esta técnica los tumores más grandes y múltiples pueden ser tratados sin comprometer el estado clínico de los pacientes. Estos agentes quimioterapicos utilizados se degradan rápidamente por el hígado y por eso el procedimiento no causa los efectos adversos comúnmente experimentados por los pacientes que utilizan la quimioterapia sistémica.
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Las microesferas que contienen fármacos de quimioterapia se inyectan a través de un catéter para obstruir las arterias que alimentan el tumor. El agente quimioterapéutico se libera gradualmente lo que permite alta concentración de fármaco en el tumor con menor toxicidad sistémica. |
La quimioembolización con microesferas cargadas con quimioterapia se utiliza ampliamente para el tratamiento de cáncer de hígado, sea primario (carcinoma hepatocelular) o para las metástasis.
Quien puede hacer quimioembolización hepática.
Los pacientes con cáncer primario del hígado o con metástasis que nos son candidatos para una cirugía de resección debido a la extensión de la enfermedad, la posibilidad de indicar una quimioembolización siempre debe ser explorada. En el caso de carcinoma hepatocelular, la quimioembolización se indica en pacientes con nódulos mayores de 5 cm o con mas de 3 nódulos. Ya en las metástasis el procedimiento puede estar indicado como adyuvante o sustitución de una quimioterapia sistémica. Para ser candidato a una quimioembolización, los pacientes deben presentar un buen estado clínico general y una reserva funcional hepática razonable.
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El catéter se coloca selectivamente en la arteria del hígado y cerca del tumor. Así, la inyección de microesferas sólo cierra la irrigación del tumor preservando la circulación de la sangre al hígado como lo revela la angiografía digital. |
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Tomografia Computadorizada muestra la presencia de tumor vascularizado (area gris claro) en la parte central del hígado e inmediatamente después de la quimioembolización el tumor está completamente avascular (area negra). |
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La tomografía computarizada muestra el hígado con múltiples nódulos (gris oscuro) antes del tratamiento y el mismo examen realizado 6 meses después del tratamiento muestra la desaparición de la mayoría de las lesiones. |
Resultados del tratamiento de quimioembolización.
Numerosos estudios científicos publicados en la literatura médica en los últimos años han demostrado que el método aumenta la sobrevida y mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer de hígado. Cuando es bien indicado y bien ejecutado, el tratamiento es muy eficaz y seguro.
Las curvas de supervivencia de dos estudios científicos publicados en 2002 que muestran el beneficio de la quimioembolización para los pacientes con carcinoma hepatocelular. |
Cual es el preparo para una quimioembolización.
La quimioembolización hepática es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza con anestesia local. Entre tanto el paciente debe ser hospitalizado para monitorear cualquier cambio en la función del hígado y de tomar medicamentos para el dolor después del procedimiento. La estadía hospitalaria es breve, apenas un día. El paciente vuelve a desarrollar sus actividades normales durante los primeros días después del tratamiento. La recomendación es mantener un ligero descanso por 4 o 5 días.
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